¡Descubre el fascinante mundo de la experimentación sexual con el Sr. Pitawerson! Sumérgete en la búsqueda de la experiencia sensorial del acto íntimo a través de palabras y vibraciones.
En 1718 en el pueblo de Wernike al norte de Estocolmo el señor Pitawerson tenían ansias constantes de descubrir cómo será la experiencia sensorial de follar escritos de manera literal. Eso le hizo dedicar su vida entera a crear una extraña máquina que sintetizada palabras en golpes de ondas y vibraciones que eran transmitidas con un complejo sistema a un hueco de metal recubierto de piel de oveja. La experimentación empezó con palabras suaves como "amor", "cariño" y "caricias"; aunque no tardó mucho en darse cuenta que las palabras más placenteras estaban ubicadas es el espectro de lo que se denominaría despectivo, incluyendo, entre sus palabras favoritas "furcia", "excremento" y "zorra".
Para su sorpresa, la palabra que sin lugar a dudas provocaba un mayor placer en el pene era "escorbuto", por alguna razón aún desconocida hasta la fecha, esa palabra generaba una serie de oscilaciones de ondas que rápidamente sumía en el placer desde la letra C.
A pesar de los avances, pocos investigadores han tenido la posibilidad de crear una máquina como la del señor Pitawerson, pero a los que se han acercado les han quedado taras en el habla, conversando en idiomas ininteligibles e incluso, eyaculando con algunas palabras menores.
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